jueves, mayo 14, 2009

Y el mar en todo: Somos quienes no somos, y la vida es veloz y triste.

El ruido de las olas por la noche es un ruido de la noche; ¡y cuántos lo han oído en su propia alma, como la esperanza constante que se deshace en la oscuridad como un ruido sordo de espuma profunda!

¡Qué lágrimas lloraron los que obtuvieron, qué lágrimas perdieron los que consiguieron!

Y todo esto, durante el paseo en la orilla del mar, se me tornó el secreto de la noche y la confidencia del abismo. ¡Cuántos somos! ¡Cuántos nos engañamos! ¡Qué mares suenan en nosotros, en la noche de ser nosotros, por las playas que nos sentimos en los encharcamientos de la emoción!

Lo que se ha perdido, lo que se debería haber perdido, lo que se ha conseguido y ha satisfecho por error, lo que amamos y perdimos y, después de perderlo, vimos, amándolo por haberlo tenido, que no lo habíamos amado; lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos; lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción; y el mar en todo, llegando allá, rumoroso y fresco, del gran fondo de toda la noche, a agitarse fino en la playa, en el decurso nocturno de mi paseo a la orilla del mar...

¿Quien sabe siquiera lo que piensa, o lo que desea?

¿Quién sabe lo que es para sí mismo? ¡Cuántas cosas sugiere la música y nos sabe bien que no pueda ser! ¡Cuántas recuerda la noche y lloramos, y no han sido nunca! Como una voz suelta de la paz tumbada a lo largo, el enrollamiento de la ola estalla y se enfría y hay un salivar audible por la playa invisible.

¡Cuánto me muero si siento por todo! ¡Cuánto siento si así vagabundeo, incorpóreo y humano, con el corazón parado como una playa, y todo el mar de todo, en la noche que vivimos, batiendo alto, zumbón, y se enfría, en mi eterno paseo a la orilla del mar.

(Pessoa/Libro del desasosiego. Fragmento 250, La muerte del príncipe, publicado en el número 27 de presença 1930)

5 comentarios:

Mariluz GH dijo...

¡¡¡Bienvuelta!!!

La alegría ha vuelto a la red... aunque haya elegido a Pessoa para su "reentré".
¿Habrá asado para celebrarlo? (sin venenos, claro) ¡yo me apunto! llevaré el vino de mi tierra.

Un abrazo. Un beso. Una sonrisa

Zeta dijo...

Usted discúlpeme, Circe. Pero este tipo está loco!
Me alegro tanto de que haya despertado.

Circe dijo...

mariluz, si algo no soy por estos tiempos, es la alegría.
asado? si, mariluz... por suerte vino el frío y con el frio la estufa a leña y con la estufa a leña unas lindas brasas que es un crimen desperdiciar...
tomo nota de lo del vino!

gracias por pasar siempre!
El abrazo

Zeta, es posible que esté loco, yo que sé. Y tampoco sé si me desperté, esto es, apenas, un tímido barrido otoñal del pobre blog que ya tenía el colchón de hojas caducas.
No sé si desperté, porque lo que he acumulado más, son sueños... ayer mismo soñé que me casaba! horror!
gracias por pasar ud también, y por no fletarme de su lista de blogs. :-)

Zeta dijo...

Bueno bueno bueno bueno. No se me apague. Disfrute de la melancolía carajo.

Y si sueña postee en el otro blog! Ahí sí que no tiene excusa. Haste he tenido que ir yo a soñar últimamente porque aquello estaba desolado.

Duroc dijo...

Siempre da gusto leer palabras de Pessoa. ¿Leyó al Ricardo Reis de Saramago? Su tratamiento sobre el multifacético artista. Si lo hizo, le pregunto ¿qué le pareció?