martes, septiembre 18, 2012

Persona en vías de extinción IV

Al parecer, tener dos tercios menos de estómago no tiene nada que ver con el aumento de ganas de escribir un blog.

Ya pasaron 49 días y en poco tiempo, muchos cambios. El más notable y esperado son los 20 kg. que ya no cargo. Parece increíble.

Igual, falta bastante. Pero es un buen comienzo.

Lo otro positivo de la operación es que, comparado a cuando hacía dieta, ahora no estoy de mal humor... es que controlarse todo el tiempo es agotador. En este caso ni estoy pensando todo el día en lo que no puedo comer, ni siento hambre, ni nada.

Claro, me apetecen un montón de cosas como antes, pero comiendo sano quedo llena y no me complico más. Y si me tiento, como como tan poco, no meto la pata... apenas me entra el talón! (no hablo de los dedos para que no piensen que me volví bulímica)

Ya como "normal" en cuanto a horarios. Las cantidades son graciosas: menos de 100 gramos. más no puedo! Eso sí, me mata la acidez. Pero tiene solución.

Lo que sí extraño es tomar abundante agua... ahora solo puedo tragos cortos y poco, porque me cae mal.

La mayoría de las cosas que comí las tolero bien. Me cuesta masticar y masticar las cosas, pero si no lo hago, después me arrepiento. Lo otro que me tiene asombrada es que como seguido polenta. Me cae bien y hasta me gusta. Me desconozco.

Estoy caminando todos los días más o menos 40 minutos.

Me vengo portando tan bien que me asusta.

:)

En realidad lo que me asusta es no cumplir el objetivo, ahí quedaría como una vulgar pichiruchi y no quiero. Después de todo este jaleo, hay que hacer las cosas bien. No está resultando difícil... pero claro, van 49 días y esto es para toda la vida.

Estoy más distraída, desmemoriada y varios "des" más... mi teoría es que antes pensaba con el estómago, por lo tanto, esto fue más o menos una lobotomía. Así que perdonen lo cachuzo de esta entrada.