martes, septiembre 29, 2009

tres veces diez

Ayer cumplí 30 años.

Todavía no me voy a quejar, sé que esto se pone peor y nada gano con lamentos. Sin duda alguna que no estoy donde me hubiera gustado estar a esta altura, pero tampoco sé muy bien si estando en donde quería estar, estaría bien.

No creo.

De todas formas valoro lo que tengo. Pasarlo con mi familia tiene mucho a favor. De eso, de todas formas, hablé ya en otros momentos.

Sólo quería dejar un recuerdo que esta vez no es mío, sino sobre mí.

Nací un 28 de setiembre de 1979 a las 5:45 de la mañana. Al llegar de madrugada al hospital, el doctor que venía a atender el parto, venía con una radio escuchando tango. Para y le pregunta a mi padre:

Ud. Qué quiere, nena o varón?

Nena, dice mi padre, porque ya tenía dos varones y había que variar.

Entonces el dr. cambia de estación de radio porque: “esta no es música de nena” y parece que resultó...

El nombre me lo puso mi hermano, que tenía tres años y seguramente una noviecita en el jardín de infantes que se llamaba Natalia. El segundo nombre me lo puso mi papá, nombre que me hizo llorar en los primeros años de escuela porque los demás se burlaban…

Pero me fui por las ramas.

Parece que mi padre, muy contento con el conjuro del doctor, que terminó por dar resultado porque salí nena, entró a llamar a todos el mundo, despertándolos en una fría mañana de setiembre, para decirles que por fin había nacido, que era nena, pesaba 2.950 y medía 51 cm. Y que estaba bien, vamos.

A mi madre le regaló un ramo de flores con una orquídea.

Y así arranqué en este mundo, parece. No me ha ido nada mal. O sí, pero no importa. Porque los que importan están ahí.

Ah, el doctor puso música clásica.

martes, septiembre 01, 2009

receta para el mal humor

cuando estoy así, de mal humor (las causas no vienen al caso) hacer algo útil ayuda.

en este caso, cocinar.

así que, para no postear dos veces, pasen a miguita de pan y cenen conmigo.

ah, yo cocino pero ustedes llevan el vino...