jueves, julio 10, 2008

Piedra, papel o tijera (papel)


Hace 2 horas vi a un hombre morirse.

Fue en la junta departamental. Estaba haciendo uso de sus 5 minutos en la media hora previa. Hablaba de la nueva ley de tránsito y del casco, tema recurrente.

Mientras hablaba, un paro cardíaco masivo le cortó el discurso. Falleció minutos después.

Me impactó, evidentemente, por lo trágico de la situación. La esposa estaba viéndolo por televisión, vio todo.

Y en estos casos, mientras se forman grupos durante la espera, lo de siempre: no somos nada; el corazón es traicionero, nunca avisa; estaba tan bien, se tomó un café y todo antes de entrar; estuvo haciendo fuerza en el trabajo; ya tenía un cateterismo anterior; los mejores se van primero; no tenía problemas con nadie; hay que dejarse de tantas pavadas y pensar en lo importante.

Y esta última frase me quedó. Sí, es un cliché de las rondas de velorio. Pero a mi me quedó sonando, hace un par de meses decidí cambiar un poco mi ritmo de vida.

Justamente, el sábado dejé un trabajo.

Me puedo dar el lujo de dejar de ganar un poco de dinero, para ganar en calidad de vida.

Creo que tomé la decisión a tiempo.

Claro, siempre me puedo escrachar en uno de los viajes yendo y viniendo a Montevideo. Pero el tiempo está en manos de Láquesis y Átropos sabrá donde cerrar sus tijeras.

Por lo pronto, no quiero ser yo la que le junte los dedos.

...

Imagen: Las tijeras de Don Valbino Jorge Cárdenas Aceves