Que éste es un blog chaucha, lo sabe cualquier incauto que se aventure por estos arrabales de la red.
Pero, chaucha y todo, este blog se enorgullece de contar con señores que se dignan pasar por acá y hasta comentar de vez en cuando las tonterías que escribo de tanto en tanto (por suerte).
Ellos no saben, pero los admiro, sobre todo cuando se enfrascan en discusiones en las que no me atrevo a decir ni pío y que a pesar de lo
violeta que me hace sentir, trato de entender y busco y leo y a veces estoy de acuerdo y a veces no.
En este mundo achatado en el que hay que transitar, no siempre se encuentra una con intercambios de éste tenor, por eso, gracias.
Ah, no lo dije, pero me refiero, en primer lugar, a mi amigo
Jahey, a su amigo
Rodia y al amigo de Rodia,
Zeta.
Jahey es amigo desde hace tiempo. Lo que más me asombra es el concepto elevado que tiene de mí y que, a pesar de las innumerables evidencias de lo contrario, aún lo mantiene.
Cada tanto, y con sobrados motivos, me espeta que soy rara. Y tiene toda la razón.
Jahey escribe bien, como dijo uno, “infumable pero bien escrito”. Tiene sus días, como todos. Es un tipo lúcido en lo que escribe y lucido en el estilo. Admiro (por no decir envidio, que quedaría muy mal) su capacidad y dominio del lenguaje y del estilo, precisamente.
Para quienes amamos la lectura y los libros, escribir es además de una necesidad, un anhelo. Pero no todos lo hacemos tan bien. Sea por incapacidad o por no tener algo que decir. (Muy a mi pesar, adolezco de ambas)
Otra cualidad, cuando escribe de alguien, lo hace muy bien. Me gustaría compartir esa virtud, al menos, para homenajearlo como se merece.
Además, redescubrí unos temas de Zitarrosa y algún libro en su blog.
A Rodia no le gusta mucho este blog ni el de sueños, pero era asiduo al de cocina que, por cierto, tengo bastante abandonado.
Yo paso seguido por su blog. Escribe cada tanto, pero con qué lucidez, señores. Le he robado varios títulos de los libros que ha comentado, tengo la listita en la billetera, para cuando paso por una librería (consejo de un amigo)
Pero, más que nada he de agradecerle a Rodia la insistencia con la Pequeña Orquesta Reincidentes. Porque miren que insiste este muchacho con esta banda. La curiosidad me llevó a bajar la discografía (perdón) y quedé prendada con el disco Miguita de Pan. Particularmente con ese tema. ¿Motivos? No vienen al caso. Lo que sí viene al caso, que para eso estoy escribiendo esto, es: Rodia, gracias por la insistencia con la POR.
Y Zeta, que apareció hace relativamente poco, se sumó a este corro con mucho que aportar. Vale la pena pasar por su blog y leer lo que escribe. El Prado, no mi barrio, pero si cercano al mío y en el que pasé gran parte de mi adolescencia, es protagonista con unas excelentes crónicas.
También comenta libros, algunos de ellos han engrosado la listita que llevo en mi billetera. Algún libro no necesariamente lo comenta, pero igual está en la listita.
A santo de qué viene esta entrada, se preguntarán.
Pues este es un blog chaucha y hago lo que de se debe hacer cuando se tiene un blog chaucha, visitar otros mejores, a ver si se aprende algo.
Sólo me resta decir: suerte que en Macondo no hay librerías, sino no ganaría para libros.
Por donde se vea, me quiero ir ya.