sábado, enero 02, 2010

enero

feliz año para vos, para empezar.

para seguir, contarte que ya estoy instalada en mi amigable monte de coronillas, canelones y espinillos, con paredes de madreselva, calagualas y mburucuyá. hay otras plantas que no tengo ni idea... pero son todas hermosas.

la fauna se viene portando bien. La pareja de horneros todavía está en la vuelta y la verdad es un bicho alegre. su canto es casi un grito de júbilo. Pero no histerico como el de la gurisas en omar gutierrez cuando aparece bola ocho. no. es alegre, así como una carcajada con melodía.

El único problema es que están así de felices a las 7 de la mañana y no hay derecho. Unas calandrias también están cerca y la verdad me recuerdan al sonido de una hamaca un poco herrumbrada.... una suerte de hiiiiiii hi.... hiiiiiiii hi.... como el vaivén de un niño perezoso.

No solo son aves agradables las que rodean mi campamento. Moscas, mosquitos, hormigas... ninguno molesta más de lo que se puede esperar cunado uno viene a meterse en su medio. Pero... están las arañas. Vos que me conocés, sabés lo que me pasa. Pues bien, acabo de vivir uno de mis peores pesadillas.

Las arañas, en la noche, tejen sus redes para procurarse su alimento y está muy bien. siempre que paso entre arbustos cercanos, tengo la precaución de alumbrar con la linterna por las dudas que alguna haya hecho justo en la pasada su preciosa tela. Eso estaba pensando cuando voy a pasar entre dos arbustos que están separados por más o menos metro y medio.

Es más, me imaginé una tela gigante... no con miedo, sino recordando alguna película y demás. Claro, qué me voy a imaginar que sí había una tela ahí. Ahhh tatita... en plena cara la tela araña. Un salto atrás más veloz que el del cuento de quiroga... esto no era blanduzco sino pegajoso y se me quedó en la cara y el pelo. La tela es lo de menos... el problema era la araña. si pudo hacer una tela de ese tamaño no sería muy menudita.

La idea de tener una araña entre el pelo (largo y enrulado que me esta dando más de un problema en esta vida silvestre) no me hacía gracia. Tomá, tarada, ahí tenés tu arácnido en tu pelo.

Todavía tengo en la remera, a la altura del pecho, un poco de tela adherida...

de la araña ni noticias y el resto del camino hasta la carpa lo hice con mucho cuidado... dejé de prestarle tanta atención a la luna azul y más al camino.
mientras escribo ya dentro de la carpa, todavía queda la sensación de algo que camina por mi cuello.

fea cosa. pero es parte de este mes que voy a pasar fuera de casa. de cualquier casa.

aunque el campamento de este año está mucho mejor pertrechado. Mi padre, si bien tiene sangre gallega, me parece que algo de gitano se le ha colado, porque le encanta armarme un campamento como para quedarme a vivir.

ellos se van mañana pero me dejó instalado un comedor con piso y techo (quería poner paredes pero ya era mucho) y cocina con cocina y todo.... es cómodo, no lo puedo negar.

De todas formas no pretendí nunca ser un adalid de la vida campestre. Para empezar, estoy conectada a internet en el medio del monte. asi que... por qué no traer alguna comodidad más primitiva como el fuego contenido en una caja!?

mi otro lujo es la hamaca paraguaya. y los libros!

miento.

tengo otro lujo más que es el océano al que accedo luego de dos breves cuadras... hoy de un color verde esmeralda. fresco y salado como me gusta. y turbulento, como también me gusta.

todavía no fui al puerto a ver qué novedades hay, si contacto algún pescador que me venda camarones y pescado fresco. No sé si este año vendrán amigos a pescar. otro lujo más.

caramba. cuantas cosas buenas. simples y buenas. No sé que pasa en el mundo. cuando vengo acá no leo las noticias. Francamente, no me interesa. será ser indolente!? Creo que no va con el entorno, andar preocupada por cómo conformó mujica su gabinete. hasta decirlo suena ridículo. Seguro de eso se ríen los horneros.

Ah! y no sólo de naturaleza se trata esto. Con unas tablas y unos fierros mi padre, que es un genio y ya te conté que le encanta armar campamentos gitanos. Me hizo una mesa. no me dio para pedirle para soldar, pero si para la sierra de la madera! me siguen gustando las herramientas, voy a tener que hacer algo... porque lo bien que se siente uno cuando termina de armar algo que tiene una utilidad, está bueno.

Sí, ya ves, el aire de rocha me hace bien. Que escribo muchas estupideces!? puede ser... o puede ser que a vos te falte aire de rocha.

te dejo un beso. espero que tu 2010 haya empezado bien.