jueves, febrero 27, 2014

Perdida de peso, de memoria... y andá a saber qué más!

Recórcholis!

El otro día, por casualidad, me acordé que yo tenía un blog. Rresulté ingrata, lo sé.

Pero volví. Yo había empezado a contar sobre este periplo de perder kilos y al parecer también perdí la memoria. En resumen, 1 año y 7 meses después tengo 70 kg menos. Sí, una persona (grande!) menos... y se ve que esa parte de mi era la que blogueaba. Pero bueno, acá vengo yo, lo que quedó para saludar y decir que soy feliz.

Algún día tendría que convocar a toda esa energía que se dispersó en el universo para que cuente como está, saber si es feliz y qué está haciendo ahora que no funciona como lastre.

Pero eso, en otro momento.

Decía, sí, soy feliz. No solo porque soy flaca (de afuera, porque la gorda mental se te queda!) sino porque por una vez que se me ocurrió hacer algo por mi, lo consguí y va bien (y cruzo los dedos!)

Tengo unas cuantas cosas para escribir, resultó ser una experiencia interesante por varios lados. Reducción corporal, crecimiento espiritual y emocional... y lleno de anécdotas tragicómicas de las que obviamente, no me podía escapar.

Ahora estoy en proceso para la última etapa que es la cirugía reconstructiva (porque la parte de mí que se fue, me dejó la piel como 4 talles más grande) Y si bien la piloteo con bastante éxito, hay algunos detalles que se pueden ajustar y eso haré en pocas semanas.

Hoy me voy, vine solo a barrer, sacar telarañas, abrir ventanas y dejar que entre un poco de aire en este pequeño rincón que tanto quiero y que todavía no me perdono haber olvidado. Quizás nadie venga ya a leer, no los culpo... fui la primera en irme... pero no importa, en cierta forma vengo a escribirle a la Circe que fue y a la que vendrá.

Si pasan, llevense un beso, están recién hechos!