martes, septiembre 02, 2008

1979


Empezó setiembre.

Cuenta regresiva de los 29.

Y sigo sin creérmelo y alguien a mí me está contando años de perro. O será esta vida perra? No sé, yo tengo 23 y no sé que pasó que la cédula dice 1979.

79! Maravilla. Soy de los años setenta.

Y en el 91 salía de la escuela y ahora tengo alumnos que nacieron ese año.

Veo volver modas como el horrendo jopo que se hacen estas niñas que nacieron cuando faltaban sólo 9 años para que los autos volaran.

Porque en el 2000 los autos iban a volar y alguien me engaño, seguramente el mismo que dice que ahora cumplo 29.

Yo prefiero no creerle mucho.

Si todavía me gusta jugar con plasticina, me emocionan los libros de la colección Robin Hood y cada tanto me compro una caja de colores.

Ahora los niños me dicen Señora y me dan ganas de agarrarle la orejita porque yo-no-soy-señora, nene. Pero angelito, debe ser parte del complot.

Y uno se cree que todavía tiene 23, pero ahí, cuando ya está convencido y sus amigos también: aparecen aquellos niños que uno vio nacer y ya hablan y son seres pensantes.

Y seré adulta, nomás?

Por mí, paso.

Como escuché hace poco y ni me acuerdo dónde: “pedí tener años como arena en el puño pero me olvidé de pedir que sean años de juventud”