jueves, mayo 22, 2008

Mejor hablar de ciertas cosas...

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
Jesús.


No es que no tenga ideas ni nada para escribir. Es que no he tenido tiempo para tratar el tema como se merece. En realidad, tengo varios temas colgados de los cuales prometí hablar, pero nunca más.

Me pasa que estoy indignada. Por estos días estoy muy indignada (y el SPM no tiene nada que ver).

Indignada en general.

El caso de Pamela Silva evidentemente despertó el morbo de la prensa y se dieron cuenta que el tema vende. Ahora no hay día que no se hable de los casos de abuso sexual infantil.

“OLA DE VIOLACIONES A MENORES”

No, mi negro, qué ola ni qué 8/4. Este viene de antes, viene de siempre, y que vos te estés desayunando justo ahora no quiere decir que antes no pasara.

Ojo, igual tiene algo positivo: una nena de 13 años se animó a denunciar a su abuelo que abusaba de ella desde hacía 3 años.

Por eso digo, no está mal que se hable del tema, está mal el encare. No todas las víctimas son violadas brutalmente y luego asesinadas. La mayoría de los casos (85%) el abuso sexual es intrafamiliar y no tiene consecuencias físicas tan brutales, pero si una huella emocional imborrable.

Entonces, mejor prevenir. Terminemos con eso de “es una persona mayor y por eso hay que hacerle caso”.

Fortalezcámosles la autoestima. Que sepan que pueden decir NO. Los especialistas dicen que el factor más importante de disuasión es la negativa del niño o la niña. Que tengan confianza como para contarnos lo que les pasa. Que no los miremos con cara desconfiada y no hagamos nada. Ya no te van a contar nada, porque no le creés.

Creeles. Sobre estas cosas no mienten.

¿Qué hay que hacer con estos cretinos? Recuperarlos y no dejar que se acerquen de nuevo a los niños. ¿Que quemarlos en la plaza pública sería mejor? y… no se soluciona nada con más violencia. El daño ya está hecho y en muchos casos ellos fueron victimas en su momento.

Pero siempre se puede elegir, siempre. Si tenés la inclinación, tratate. Eso se puede. Que seas paidófilo no quiere decir que llegues a ser un pederasta. Estás a tiempo.

Y padres, por favor, está bien que les digan a sus hijos que no hablen con extraños. Tampoco es generar una paranoia familiar. Pero no se pierde nada con hablar del tema.

Es más, pueden ganar mucho.

El tema da para más. Porque hay que empezar a difundirlo, hablar como se debe y no se soluciona con educación sexual en los centros de estudio.

Hay que fortalecer la familia, los vínculos, sean los que sean. Hay que quererse más.

(esto no lo revisé ni nada, así que mañana puede aparecer algo modificado. escribo mientras se cocina el brócoli. escribo porque estoy indignada. pero esto no va a quedar así)

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