todos los sufrimientos y todos los peligros de los dos amigos permanecían escondidos, ocultos, bajo una capa de esa burlona alegría...
...es la que constituye el encanto de las mas delicadas amistades y la que nos preserva a menudo de muchas locuras y tonterías.
Buscar el lado ridículo de las cosas es descubrir el lado débil e lógico.
Reír de los peligros en que se ve envuelta el alma es ejercitarse en afrontarlos, como nuestros soldados van a la linea de fuego riendo y cantando.
Burlarse de un amigo es salvarlo de un decaimiento de ánimo en que nuestra piedad le hubiera excitado a complacerse.
Por último, burlarse de uno mismo es preservarse de la estúpido embriaguez del amor propio, exagerado. He notado que las gentes que jamás se chancean están dotadas de una vanidad pueril e insoportable.
Elle et Lui/George Sand
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