viernes, mayo 09, 2008

Dionisio.

"Dionisio, niño infinito,
Héroe del amor triunfal,
Firme estrellas sin ocasos,
Lámpara de eternidad;
Dionisio, niño sin tiempo,
Germen del alba total,
Que resides en la vida
Ya para siempre jamás:
Has que en mis versos palpite
Tu corazón ejemplar,
Como palpita en el árbol,
En la espiga y en el pan,
Para que en ellos aprendan
Otros niños tu verdad,
Esa verdad que tú hablaste
En la lengua universal
De la sangre y del martirio,
Que es la lengua más veraza:
“morir por amor al hombre
No es morir, es perdurar,
Pues quien en amor se expresa
Lleva en sí la eternidad”.











Hace 80 años, Dionisio veía su vida dar una vuelta carnero. Con 9 años recién cumplidos, vio morir a su mamá, a su tío, enloquecer a su abuelo que le abrió el vientre de una puñalada y así, caminar agonizante 7 kilómetros con su hermana en brazos.

9 de mayo de 1929. “Fecha aciaga y gloriosa a la vez, en la que el pequeño héroe escribiera con su gaucha sangre en flor una página única dentro de nuestra historia”, diría Serafín J. García, quien dedicara un romance, en su libro Raíz y Ala, a Dionisio.

La historia oficial dice que a la medianoche del día de su cumpleaños, 8 de mayo, recién entradito en los 9 años, Dionisio escuchó ruidos en su casa. Se levanta y ve a su mamá, María Luisa, muerta. Dicen que al abuelo le había dado un ataque de locura, había matado a la mujer y también a su tío Eduardo. Dionisio tampoco se salvó del cuchillo del abuelo, un tajo le atravesó el vientre.

Se escondió, ató con sábanas la herida, rescató a su hermana Marina, de un año, y con ella emprendió en la fría madrugada la marcha de 7 kilómetros hasta el poblado del Oro.

Llegó.


Dejó a la niña en brazos de la mujer del concejal del pueblo. Éste lo acompaña hasta la comisaría donde relata el hecho.

El 11 de mayo Dionisio muere a causa de las heridas. No pudo ser trasladado al hospital de Treinta y Tres.



“¿Y después? Después dormirse
Con un sueño largo…largo…
Con un sueño que aplacase
Sus dolores, sus quebrantos,
Y limpiase de fantasmas
Su cerebro alucinado.”










Hay una versión oscura, donde se dice que no fue el abuelo, sino que fue la policía la que tuvo que ver en las muertes, pero independientemente de las causas, lo cierto es que ese nene de 9 años recién cumplidos, con una nena de un año en brazos caminó 7 kilómetros malherido y durante la madrugada para salvarla y lo logró.

A Dionisio se lo conoce como el Pequeño Héroe del Oro. Y con justa razón.

Esta historia -me- sigue conmoviendo.

Y pienso en tantos chiquitos que también viven situaciones de violencia en la casa y, aunque no heroicos, mueren igual.

Mueren literalmente como Pamela (ya hace un año, la recuerdan?) o se mueren de a poquito, como tantos que vemos por ahí y ni nos enteramos lo que les pasa.


Las cifras recientes, nos hablan de un 82% de padres que castigan a sus hijos física y psicológicamente. “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” dice en Proverbios 13:24. Corrección no es sinónimo de golpes o humillación.

Se muere su infancia de a poquito, no sólo a esos de ojitos tristes que nos enternecen, sino a los que insultan, se portan mal, escupen, amenazan y piden monedas de mala manera. A los que se crían con niñeras y a los 9 no salvan a su hermana de la muerte, pero ya tienen la llave de casa, porque vienen y van y están solos después de la escuela.

Escribe Serafín J. García sobre estos niños.





Y también por otros niños
Que mis ojos aprendieron
En tu pago y en mi pago,
Pena a pena, sueño a sueño.
Por los niños campesinos,
Todos tristes, todos serios,
Pies que hiela el blanco junio
Y que quema el rojo enero,
Tiernas manos sin juguetes
Agrietadas a destiempo,
Mustias bocas doloridas
De pan duro y de silencio.



Recordamos con más facilidad los textos sobre la corrección, pero nos olvidamos de Mateo 18: 5 y 6.Jesús dijo, “Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe; pero al que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno, y que le hundieran en el fondo de mar”.


Recordemos hoy y cada día el amor de Jesús por los niños.


(Fragmentos de Romance de Dionisio Díaz, de Serafín J. García)

5 comentarios:

odinstack dijo...

Por favor no publique más estas cosas que me hace llorar en el trabajo y la gente se me acerca y me pregunta que me pasa y tengo que inventar alguna mentira y odio mentir.

Ahora en serio, de veras me hizo llorar. Aunque no tuviera una hermosa bebita de 4 meses, lloraría igual. Pero como la tengo, lloro más fuerte.

Circe dijo...

No puedo evitarlo, sokon, la culpa es suya por ser un hombre sensible.

no sabe que los hombres no lloran, carancho!

Ahora en serio.

Entiendo que llore, yo ni intento evitar las lágrimas que siempre se me amontonan cuando leo la historia de Dionisio o cuando veo o escucho historias como la de Pamela.

Cuide ese tesorito, yo no tengo hijos, pero sí sobrinas (justamente la de 6 años está chateando en estos momentos conmigo: "comoandas tia que estas asiendo tia") y sí, entiendo que llore más fuerte.

José Luis dijo...

Bueno, por donde empezar?
De tragedias somos bombardeados..
Episodios como el de Dionisio Diaz son incatalogables, en el accionar..
Pamela
Dionisio
Natalia
Y muchos que no sabemos ni ya nos acordamos..

Lamantablemente son conocidos por sus fines trágicos.
Y en este pais que vive de recuerdos pero acusa mala memoria..pasó y pasará siempre!
Pero no hay que olvidar gurises!
Me rompe las pelotas (literalmente) cuando los medios de comunicación toman estas noticias al estilo carroñero o cuasi amarillista..
Mire los informativos amigo..
La sensibilidad la intercambian por sponsors..

Me voy
Y dejo "Gurisito" de Viglietti de fondo
Abrazo

José Luis dijo...

Como una personita de esa edad y en esa condiciones, sacó fuerzas de no se sabe donde y salvo a su hermana!
Eso es coraje

Robertö dijo...

Andaba medio aturtido con lo de la chiquita de Maldonado, y justo vengo acá...Es durísimo esto que está pasando.

Me hizo recordar cuando la maestra nos leyó la historia de Dionisio, recuerdo que en la clase no volaba una mosca. Ato cabos y me doy cuenta que debió haber sido un 9 de mayo de 1979 esto, y que nos leyó la historia porque habían hecho 50 años de esa desgracia.

Que grande los niños.