sábado, noviembre 13, 2010

Flower power...


Trabajar con flores me da cierta paz. Me gusta trabajar de noche, con algo de música y rodeada de las diferentes flores que elegí según la novia, el lugar de la boda, la época del año… En general gusta mi trabajo, para mi es casi un chiveo, no me lleva más de 15 minutos por arreglo, pero jamás lo confieso. Si me preguntan… estuve horas!

A esta novia, la del casamiento para el cual va el arreglo de arriba, se le antojó que sea con Calas. Que son una suerte del “patito feo” de las flores. Cuando era chica era una flor más bien ordinaria que se veía en cualquier cuneta… siguen creciendo en las cunetas pero ahora se las rodea de organza y no de mortaja. Bien por ellas, es una flor bella, delicada, sencilla.

Al clavel todavía no le perdono el amor que le tiene a los velorios, porque mirá que perfuman de lo lindo cualquier casa mortuoria… les debe gustar.

Y sí, alguno pensará que con tantas flores hay olor a velorio en casa. Pues no. Las flores que elijo para trabajar no tienen perfume y si quiero agregarles un toque en particular, le agrego a un ramo aquí y otro allá una ramita de nardo… que tengo rica de nardos la mano… ah, Juana, ahora entiendo.

Yo prefiero las flores más silvestres: margaritas, fresias, narcisos, anémonas… aunque secretamente (ahora ya no tanto) añore un ramo de tulipanes. Acá no se ven, quizás es eso.

También me gustan las amapolas… vi unas preciosas en Rosario, creciendo en cualquier baldío por un rato, nomás. Son 4 pétalos de nada pero tan rojas que da gusto verlas contra el verde del pasto. Esas sí que no vale la pena cortarlas, no duran nada. Será por eso que me gusta tanto el perfume Flower? Por la amapola del frasco?

Y las rosas, pobres, creo que no les gusta aparecer en tanta poesía cursi ni en tanto powerpoint meloso. Las prefiero blancas, simples y hermosas en cada etapa: de pimpollo o hasta el instante anterior a perder todos sus pétalos con cualquier brisa (o manotazo de algún salame) siempre linda.

En casa solo tengo que florezca una orquídea amarilla, bien amarilla. Ahora está preciosa, después tendría que subir una foto. Evidentemente no es nada vanidosa, porque no tiene problemas en aparecer bien bonita sólo para tres personas que la miran cuando se les ocurre ir por el patio más bien triste.

Por las dudas, para que no se ofenda, cuando paso por ahí a buscar algo, le digo algún piropo. Yo lo sé, en el fondo es flor de coqueta.

7 comentarios:

Pancho dijo...

Qué buen arreglo! Jiji... con la manualidad que me caracteriza yo sí que podría estar horas tan sólo para armar las hojitas verdes que sobresalen.

Lindas las calas cartuchos. Llegando a la casa de mi padrino hay una isla de sauces en pleno bañado. A su sombra y entre la inundación semipermanente, nacen cartuchos que van poblando el suelo cada año un poco más. Dan ganas de ponerse a pasear por todo el monte (botas de goma hasta la cintura mediante).

Qué linda entrada, Circe.

Mariluz GH dijo...

¡¡uuuaaaauuuuqué bonito!!

yo soy torpe hasta para mirarlas, te felicito diosa, tienes un gusto exquisito.

Ah, si quieres puedo conseguirte bulbos de tulipanes holandeses, auténticos, y mandártelos

abrazo y feliz finde

Circe dijo...

Gracias, Pancho y mariluz. Es de las pocas veces que al releer lo que escribí me gustó.
Las calas son un caso... hacer un ramo de novia no es sencillo, hay que encontrar el punto donde quede un delicado y artístico ramo de calas y que no parezca un simple manojo de cartuchos atados al tuntún.

Después de varios intentos salió, después subo las fotos. Fue lindo verlos, después de tanta lucha, descansar en el antebrazo de una radiante novia.
No me quedé hasta que lo tiró, temía a las demandas... estaba un poco pesado!

Como sea, me pasé una mañana de lo más cansadora, pero ahora, aunque cansadísima, todavía me dura esa especie de paz.

Mariluz, jamás me atrevería a pedirte algo así! se agradece el ofrecimiento.
Hace poco comentaba en el blog de robertö, pues su madre sí tiene tulipanes, unos que yo recuerdo de mi adolescencia, cuando iba a estudiar. Eran rojos y los recuerdo hermosos, en un jardincito desprolijote, ellos prolijamente florecìan todos los años. Hermosos!

Besos a los dos. los quiero!

Alexis dijo...

Ja. Justo hoy mi madre dijo de comprar por un cumpleaños unos claveles y lo primero que me salió fue decirle que no era un velorio.

Está lindo el texto.

Mariluz GH dijo...

Vale... pero ya sabes que puedes hacerlo. Mi sobrina los traería de Holanda con mucho gusto :)

Cariño recíproco, diosa :)

Circe dijo...

Alessssis, pensandolo bien, quizás los claveles son flores resignadas a hacer un trabajo que nadie quiere hacer... pero sí, es flor de velorio, de cajón. jejeje

mariluz, sos un sol!!!! :-)

Mariluz GH dijo...

No sé si llegó mi felicitación de Navidad. Lo hago por aquí, pues.

Mis mejores deseos para esta Navidad y año próximo. Que el Niño Dios nos regale la ilusión de seguir creyendo que la Paz es posible.

Abrazos :)